El sacramento del Bautismo se compone de una serie de ritos con un concreto significado los cuales se exponen a continuación:
- Rito de acogida: Los padres manifiestan su deseo de bautizar al niño y, junto con los padrinos, se compromenten a educarle en la fe católica.
- La señal de la cruz: Señala la impronta de Cristo sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su cruz.
- El anuncio de la Palabra de Dios: Con ella se ilumina la verdad revelada a los padres, padrinos y a la asamblea, y suscita la respuesta de la fe.
- Oración de exorcismo y unción prebautismal: De esta forma, se pide a Dios que cure la herida del Pecado Original, fortalezca y proteja al bautizando durante toda su vida.
- Renuncias y profesión de fe: Los padres y padrinos declaran ante Dios y ante la Iglesia su compromiso de vivir la fe personalmente y transmitirla al niño o niña que se va a bautizar.
- El Bautismo: Hace referencia al sacramento propiamente dicho y es el rito esencial que significa y realiza la muerte al pecado y la entrada en la vida de la Santísima Trinidad a través de la configuración con el Misterio pascual de Cristo.
- La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo: Ésto significa el don del Espíritu Santo al nuevo bautizado y la incorporación al cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
- La vestidura blanca: simboliza que el bautizado se ha “revestido de Cristo”, es decir, ha resucitado con Cristo.
- El cirio que se enciende en el cirio pascual: significa que Cristo ha iluminado al neófito. Uno de los padres o padrinos enciende ese cirio o vela que hace referencia a la responsabilidad que asumen de cuidar esa llama para que nunca se apague.
- La bendición solemne: Con ella se cierra la celebración del Bautismo y se le pide a Dios que bendiga a los padres y padrinos para que realicen adecuadamente la misión de transmitir la fe al bautizado o bautizada.
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